¿Cómo empezar tu colección de vinos?
Amantes del vino, ¿quién no ha fantaseado alguna vez con tener su propia colección de vinos en casa? Una bodega particular en la que poder atesorar tus vinos favoritos o verdaderas joyas enológicas, conservarlos en las mejores condiciones y poder disfrutar de ellos cuando la ocasión lo merezca.
Si es tu caso, ¡te invitamos a seguir leyendo! Tu colección de vinos soñada se puede convertir en realidad sin ser un experto en el tema. En este artículo, desde Bodegas Enrique Mendoza te damos los mejores consejos para empezar tu colección de vinos desde cero.
A pesar de que comenzar este proceso puede resultar algo intimidante o abrumador, ¡te aseguramos que cada hora invertida valdrá la pena! ¡Tú, tu familia y tu círculo de amigos lo vais a disfrutar!
Antes de empezar, es necesario tener claro que crear una colección de vinos no consiste simplemente en comprar y almacenar botellas, sino en ir más allá, entendiendo la variedad de vinos existente, eligiendo con detalle y cuidado las botellas que queremos que formen parte de nuestra bodega, disfrutando de cada paso del camino.
Elige el lugar donde guardar tu colección
En primer lugar, tendrás que elegir el lugar donde descansará tu pequeña bodega particular. El vino requiere de unas condiciones específicas de conservación, siendo muy importante controlar la temperatura y la humedad del espacio de almacenamiento. Por norma general, debe almacenarse con temperaturas entre los 11 y 14 º C, intentando que nunca superen los 24 º C. Asimismo, debe evitarse que la luz alcance directamente las botellas y que se vean sometidas a vibraciones.
Por tanto, para ubicar tu colección de vinos deberás buscar un lugar interior, alejado de la luz del sol, y fresco. Lo ideal es que la temperatura de la ubicación elegida se mantenga lo más constante posible, ya que las fluctuaciones pueden causar daños al vino. Además, te aconsejamos evitar lugares como despensas o armarios en los que los vinos tengan que compartir espacio con alimentos, especialmente aquellos con olores fuertes, ya que pueden contaminarlos.
Te recomendamos que tu colección de vinos tenga reservado un lugar propio. Normalmente, los sótanos son los lugares ideales para las bodegas particulares por sus condiciones de temperatura y humedad. Sin embargo, si tu casa no dispone de esta estancia, ¡no te preocupes! Un armario o un botellero en algún lugar fresco de la casa pueden ser también lugares ideales para que tu bodega descanse.
Variedad de soportes para tus botellas
Una vez elegido el lugar donde se va a situar tu colección de vinos, es necesario seleccionar el soporte o contenedor de las botellas. En este sentido, la variedad es muy amplia y te recomendamos elegir en función de tus necesidades (y también de tu presupuesto).
Desde sencillos botelleros, que podrás ir adquiriendo a media que tu colección vaya creciendo, hasta las últimas y más modernas vinotecas. Estas últimas son pequeños refrigeradores específicamente diseñados para contener botellas de vino cuya principal ventaja es que permiten controlar la temperatura. Algunas de ellas, permiten, incluso mantener distintas temperaturas en sus distintos compartimentos pudiendo guardar botellas de distintas características. Esta opción es ideal si decides tener vinos tintos, rosados y blancos a su temperatura idónea de consumo, ya que cada uno tiene unas necesidades térmicas.
Mientras que la temperatura ideal para los tintos es 16-18º C, los rosados deben mantenerse en torno a los 10º C y los blancos entre 5-8º C. Por tanto, las vinotecas ofrecen la oportunidad de configurar de forma simultánea las temperaturas idóneas para preservar los diferentes vinos de tu colección.
Define la dimensión y composición de tu colección
Una vez acondicionado el lugar donde almacenar tu colección, llega otra de las decisiones esenciales: cuántas botellas van a conformarla.
Puede ser tan grande como quieras, pero dependerá de si tu idea es poder disponer de vino para consumo inmediato y disfrutarlo en cualquier momento (tras un día duro de trabajo, en una cena con amigos, en una cita romántica…), teniendo así un flujo continuo de botellas; o si, por el contrario, prefieres almacenar grandes vinos o “vinos de guarda” durante largos períodos de tiempo y degustarlos cuando llegue su momento idóneo.
Teniendo en mente el tamaño de tu colección, empieza uno de los momentos de mayor disfrute en este proceso (aparte de, obviamente, el momento de degustar tus vinos): comprar las botellas que conformarán tu bodega particular. Te recomendamos comenzar tu colección almacenando tus vinos preferidos, los que más disfrutas. Al fin y al cabo, es tu bodega, por lo que debes priorizar tus gustos. Así, si lo tuyo son los vinos Enrique Mendoza, apuesta por ellos e inicia tu colección con algunas de nuestras botellas . Nuestra tienda online ofrece vinos de distintas características y descuentos por volumen. ¡Poco a poco podrás ir ampliando tu colección!
Una colección de vinos debe tener un claro objetivo: hacerte disfrutar. Por tanto, tómate tu tiempo, investiga, conoce la inmensa variedad de vinos elaborados en nuestro país e incluso en todo el mundo, identifica aquellos que tienes interés en degustar, aquellos cuyas cualidades te llaman más la atención… Plantéate una serie de preguntas: ¿Tinto, blanco, rosado…? ¿Vinos de todas las regiones españolas? ¿Vinos del Viejo Mundo (españoles, franceses, italianos…)? ¿del Nuevo Mundo (Estados Unidos, Australia, Latino América…)?
Todo ello te llevará a tomar las mejores decisiones para ir dando forma a tu propia bodega.
La clave de tu colección de vinos: la organización
La organización es un aspecto fundamental para mantener en condiciones óptimas tu colección de vinos, y su importancia irá en aumento a medida que vaya creciendo tu bodega.
Te recomendamos llevar un registro desde el primer momento, anotando datos como la ubicación de las botellas dentro de la colección, su procedencia, su fecha de elaboración, fecha de compra, notas de cata, etc. Este hábito te hará mucho más sencillo mantener el orden en tu bodega y también te permitirá disfrutar al máximo de tus vinos, conociendo cuál es el momento idóneo para su consumo y evitando que se echen a perder.
Ahora bien, ¿cuál es el mejor método para organizar las botellas dentro de tu colección? Esto va a depender de ti, deberás decidir cuál es el que mejor te funciona para poder tener todo en orden y saber dónde buscar un vino concreto. Algunas de las opciones más comunes son la organización por tipo de vino (tinto, blanco, rosado, espumoso…), por procedencia (Alicante, …), e incluso por variedad de uva (pinot noir, monastrell, cabernet sauvignon…).
Además, en el caso de que decidas coleccionar vinos para “consumo inmediato” junto con grandes vinos, te aconsejamos separarlos, manteniendo los primeros más a mano y reservando un lugar especial para las joyas de tu colección.
Por último, haz brillar tu bodega
Una vez dispongas de tu colección correctamente ubicada, organizada y cuidada, es el momento de adornar y hacer brillar tu bodega particular.
Desde accesorios tan básicos y obvios como copas universales de cata, que servirán para degustar cualquier tipo de vino, hasta singulares y sofisticados complementos que elevarán el momento de la degustación a un nivel superior.
Descorchadores para todos los gustos y estilos, decantadores que además de acelerar la oxigenación o filtrar sedimentos cuando el vino lo requiera también vestirán tu cata, y un sinfín de gadgets entre los que podrás elegir para que tu bodega particular tenga personalidad propia.
Coleccionar vinos significa almacenar experiencias, futuros momentos memorables en los que compartirás con los demás uno de tus preciados vinos, elegidos con esmero y cuidados al detalle. La satisfacción y orgullo de contar con tu propia colección de vinos, seleccionada a medida por y para ti, es algo único, comparable tan solo al placer de compartirla con los tuyos.
Desde Bodegas Enrique Mendoza, esperamos haberte animado a empezar esa colección de vinos que siempre has soñado, ¡estamos seguros de que con estos consejos tu bodega particular será lo más!
